El barrio la Propicia Uno, es una comunidad localizada en el sur de la ciudad de Esmeraldas. Es el sitio donde se encuentra ubicada la Maternidad Virgen de la Buena Esperanza. El 26 de Febrero de 1998 ocurrió un desastre ecologico en la ciudad de Esmeraldas, luego de que el poliducto que transporta combustibles sufriera una ruptura y miles de galones de combustible fueron derramados hacia el rio Teaone.
Posteriormente hubo un gran incendio de gran magnitud que afectó principalmente a los barrios localizados en las riberas de los mismos y que causó muchos muertos y heridos. Debido a este acontecimiento la Primera Sala de lo Civil y Mercantil de Pichincha sentenció a Petroecuador a pagar una indemnización a este sector de la ciudad por cantidad de $11’000.000 (once millones de dólares) para la construcción de obras de interés social o de desarrollo para la comunidad.
Con este marco legal y social es que se construyó la Maternidad “Virgen de la Buena Esperanza” en el barrio “La Propicia Uno”. Para su funcionamiento desde inicios del año 2008 se generó la suscripción de un convenio entre el el Ministerio de Salud Pública, el Comité barrial, y el Vicariato Apostólico de Esmeraldas, éste último fue quien asumió la administración.
La maternidad funciona como una institución privada sin fines de lucro pero los recursos económicos que le permiten su funcionamiento son totalmente del estado ecuatoriano. Actualmente ofrece servicios de salud en áreas de ginecología, obstetricia, farmacia, laboratorio clínico, emergencias, consulta externa, hospitalización, odontología.
La calidad de la atención ofertada ha hecho que la atención gratuita de las mujeres en estado de gravidez, tanto partos, cesáreas, salud sexual reproductiva y gineco-obstetricia a toda la población Esmeraldeña con calidad y calidez vaya cada día en aumento. La administración y responsabilidades actualmente son compartidas entre la Dirección Provincial de Salud y el Vicariato Apostólico de Esmeraldas a través de sus representantes, Cesar Díaz director de Salud y María Bernal, directora administrativa financiera de esta maternidad
El problema
La Maternidad Virgen de la Buena Esperanza es la única maternidad de la ciudad y provincia de Esmeraldas, la misma que por su crecimiento poblacional se hace imprescindible su funcionamiento, ya que la misma le ha permitido descongestionar significativamente al hospital provincial Delfina Torres de Concha de Concha en lo referente a la atención prenatal, ginecológica, partos y pospartos.
Mientras en el hospital provincial las salas de partos y las salas para neonatos están a veces insalubres y sobresaturadas, los recién nacidos están en condiciones de acinamiento, al punto que las mujeres han parido hasta en las camillas y otras ocasiones no hay camas para su hospitalización, teniendo que esperar su turno para ocupar una cama.
La maternidad aunque con sus limitaciones técnicas existe una infraestructura de primer orden tiene que estar cerrando y abriendo cada vez que el Ministerio de Salud Pública deja de enviar los recursos para su funcionamiento. Incluso tiene una infraestructura y una atención casi de lujo que no la tienen ni muchas clínicas privadas. Conocimos extraoficialmente que la maternidad atiende un promedio de 50 consultas externas diarias y atiende más de 1000 partos anuales.
Lamentablemente es otra de las casas de salud que cae en desgracia en el país. La maternidad en este mes ha tenido que abrir y cerrar sus puertas a la consulta externa varias veces, hasta mantenerse solo con el servicio de emergencias y reducido sus servicios debido a una falta sostenida de medicinas e insumos para poder funcionar.
Ya son tres meses que el personal médico y administrativo esta impago, el Ministerio de Salud hasta la fecha presente no ha hecho efectiva a la institución la trasferencia de los recursos que le permitan funcionar, no existe el dinero ni para pagar los servicios básicos que conocimos que algunos ya están suspendidos por falta de pago y como puede entenderse es un gran riesgo tanto como para salud y la vida de las madres, los recién nacidos como para el personal de salud al trabajar en estas condiciones precarias en donde escasea el agua, las medicinas y todo lo necesario para atender en condiciones seguras, libres de contaminación.
Cabe señalar que todo el personal asiste con normalidad a sus puestos de trabajo, pero las condiciones no permiten continuar a riesgo de tener un grave problema sanitario con consecuencias peores.
El director Cesar Díaz, en declaraciones a Telecosta y a los empleados de la maternidad con quienes se reunió el día miércoles 18 de mayo en su despacho manifestó que la falta de asignación de recursos se debe a una inadecuada administración de la maternidad, y que pese han que transcurrido varios años desde su acertada creación aún no se soluciona la situación legal de la institución y que por fallas en la información financiera y contable proporcionada por la administración la situación de la maternidad esta como esta.
Concluyó también que pese a que el Ministro de Salud y el representante del Vicariato firmaron el convenio hace algún tiempo atrás, faltó la gestión de la administración y que de ninguna forma le pueden atribuir este problema al Ministerio de Salud o él como director.
Lo cierto es que todos los días mujeres de las zonas rurales y urbanas llegan a demandar el servicio de maternidad y claman por que se arregle pronto este problema esta ya que el hospital civil ya no se da abasto con las atenciones. Se espera que las autoridades de salud pública ya no sean indolentes ante este problema de la salud de los esmeraldeños. (Colaboración enviada)
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