Familias damnificadas no tienen viviendas propias

Calima Gómez, directora del MIES entrega ayuda a Luz Zapata
(Foto Luis Freire)

Las siete familias afectadas por la destrucción de sus viviendas por los torrenciales aguaceros en la ciudad de Esmeraldas, no tienen casa propia para trasladarse.

Ayer, Juan Flores y su esposa Luz Zapata, ambos de nacionalidad peruana y que residen en el Barrio Nuevos Horizontes, fueron notificados por el propietario de la casa que tenían dos semanas para cambiarse.

Ellos perdieron alrededor de $7 000 en mercadería, ropa y electrodomésticos con la fuerza del agua que ingresó al subsuelo de la vivienda donde arrendaba. Algo similar, ocurre con la mamá de María Urrea, en donde un árbol y el lodo arrasaron con su casa tipo Hogar de Cristo, en el barrio San Martin de Porres.

En la casa de María, que está junto a la vivienda siniestrada, ahora viven once personas entre adultos y niños.  Pero la casa de dos pisos está en condiciones precarias porque el agua y lodo afectó también las paredes y el piso.

La lista de afectados son Juan Flores, Carmen Farías, María Urrea Kelly Ávila, Jorge Quintero, Leonela Castillo y Mercedes Venus, que entre todos y con sus familiares integran 28 personas más. Ellos se han quedado en casa de familiares acogientes porque no hay albergues habilitados y los que funcionan son en escuelas y colegios.

La Secretaría de  Gestión de Riesgos (SNRG) y el Mies, les entregaron colchones, raciones alimenticias, vituallas y kits de aseo. Calima Gómez, directora provincial del Mies, dijo que se buscará la manera de ayudarles para la vivienda hasta que el Miduvi les reubique en algún lugar.

En tanto, el colapso del puente sobre el estero Chipo Centro, en la vía El Duana – La Qunta, en Las Golondrinas, perjudica a más de 60 familias de la zona y esperan la reparación por parte del Municipio de Quinindé, Consejo Provincial o MTOP, dijo Jefferson Orellana, dirigente campesino. (JLF)