domingo, 30 de junio de 2013

La llamada 'generación digital' es la que más se expone en internet

Foto internet
Cuando la estadounidense Angie Varona tenía 14 años de edad ya era un símbolo sexual en internet. Ahora tiene 20 y al colocar su nombre en Google, el buscador registra alrededor de 797.000 resultados en diversos sitios, incluso pornográficos. En ellos se vincula a quien se llegó a convertir en la adolescente más famosa en la web.

¿Qué sucedió? Subió fotos a la plataforma Photobucket en ropa interior y en bikini, para compartirlas exclusivamente con su novio de ese entonces.

Hoy dice que, contra su voluntad, esa intimidad se vio violentada cuando hackearon su cuenta. Sus sugestivas imágenes, que creía de carácter privado, se convirtieron en una epidemia viral que hasta la actualidad no ha podido detener, ni con la ayuda del FBI. Así lo aseguraron Angie y sus padres en una entrevista concedida a Terry Morán, del programa Nightline, de ABC News.

“Cuando tienes catorce no te das cuenta de que las cosas que haces sí importan en ese momento... Nadie piensa: voy a tomarme estas fotos y van a terminar en internet. Lo haces para ti misma”, declaró.

Las nuevas generaciones, por ser nativos digitales (personas que nacieron cuando ya existía la tecnología digital, según Marc Prensky), son mucho menos reservadas cuando de publicar algo en la web se trata. Muchos tampoco miden el impacto ni el alcance que la información que eligen compartir con los demás, a través de redes sociales, podría llegar a tener.

La psicóloga clínica Cecilia Chávez Bowen considera que esta generación “tiene una actitud desafiante con los padres y autoridades por considerar que los sobrepasan en conocimientos tecnológicos”.

Agrega que hay hijos que se burlan de sus padres porque no saben usar bien los smartphones o manejar las redes sociales. “Esto da como resultado que no hagan caso de los consejos que les dan sobre seguridad en redes, ya que creen saber más y que los padres exageran”.

Varona se arrepintió de haber subido sus fotos a la web. “De cierto modo me siento responsable y me duele porque pude haberse evitado si hubiese escuchado a mis padres”, comenta ahora.

En tanto, el sociólogo Fabricio Medina manifiesta que el nativo digital “ha hecho del internet su mejor vía de comunicación” y que, como no se lo ha podido educar sobre los parámetros y uso de las tecnologías, “aprende de una manera empírica, sin considerar las bondades y los límites, y es allí donde se cae en el peligro de no saber qué es lo apropiado para difundir en una red social”.

Para Medina, “se ha perdido el concepto (apreciación personal) de lo íntimo y se cae fácilmente en el exhibicionismo social, a tal punto que se exponen en las redes sociales aspectos personales que no se deberían ser de dominio público”.

Antes, las vivencias, sentimientos y deseos se escribían un diario personal que se mantenía en la esfera privada; en muchos casos, incluso bajo llave. Actualmente, dice Chávez Bowen, “en Facebook escriben en su muro desde problemas sin mayor importancia, hasta intenciones de suicidio”.

Esto ocurre, según su colega Samuel Merlano, porque si bien se acostumbraba a conversar con alguien “para desahogarse y tener lo que en Psicología se llama catarsis, una liberación”, en las redes sociales se espera una “retroalimentación”.

Él explica que cuando las personas publican fotos en sus perfiles sociales y alguien les da un “me gusta”, se reafirma su confianza. “Y al sentirla, ya no tiene temor de poder exteriorizar y manifestarse a través de estos medios”.

Medina refiere que los adolescentes prefieren esta “comunicación tecnológica” por sus “bondades” de “socialización”. No obstante, Chávez Bowen destaca que en ciertos hogares esta “socialización virtual” no regulada se convierte en un drama, porque –añade– “los padres viven con el temor de que sus hijos entren en contacto con depredadores sexuales o sufran bullying”.

De ahí que sugiera mejorar la comunicación y “permitir que los chicos opinen con confianza y de esa manera construyan un criterio”, así como que los padres conozcan el mundo virtual “lo mejor posible”. “Nuestros hijos van a estar cada vez más conectados, porque es la tendencia mundial”.

Recomendaciones: Tener en cuenta
Código cibernético
La fundación española Alia2, que busca combatir la pornografía infantil en internet y el ciberacoso, estableció un código para que los niños entiendan y asuman sus rol en la red.

Primera regla
Hablar habitualmente con un desconocido en internet no lo convierte en conocido.

Chats
Es preferible guardar estas conversaciones.

Romper el silencio

Al detectar una conducta inusual o acosadora en la red no se debe tomar una actitud indiferente, sino contar lo sucedido a los padres o a una persona de confianza.(Diario El Universo)

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