jueves, 19 de mayo de 2011

Hospitales siguen a la espera


Elena Saltos, con gritos a los guardias exigía ingresar a la sala de ginecología porque su hija Adela, fue ingresada con principio de aborto. “Ella está sola y hay que hacerle una ecografía  que no hay en este hospital”, manifestó.

Mientras que Alberto Farías, no pudo entregar a tiempo las medicinas compradas en boticas particulares para su esposa que había dado luz. Los guardias de la empresa Seguvinti explicaron que los familiares deben tener un permiso certificado por las autoridades del hospital Delfina Torres de Esmeraldas.

Ronaldo Vargas, era el único que tenía un permiso especial por ser ex miembro de la Armada del Ecuador, para asistir que su esposa había dado a luz por cuarta vez. En el hospital Delfina Torres se atendieron 4 017 partos en  y 876 neonatos en 2010, detalló Walter Caicedo, responsable del área de Pediatría.

El incremento obedece a que esta casa de salud recibe a embarazadas de los cantones San Lorenzo, Eloy Alfaro, Río Verde, Atacames, Esmeraldas y Muisne. Mientras que muy poco de Quinindé y La Concordia que prefieren ir al hospital Gustavo Domínguez, por su cercanía con Santo Domingo de los Tsáchilas.

“Existe una sobredemanda del 140,65% de recién nacidos desde 2005 hasta la fecha actual y apenas contamos con 15 cunas térmicas”, sostuvo Caicedo. En algunos casos se ubican dos en una incubadora con las seguridades para evitar infecciones intrahospitalarias.

Con la emergencia hospitalaria se ubicó la construcción de una sala de pediatría con atención especializada e incremento de personal, explicó de su lado David Quiñónez, director del hospital Delfina Torres. También el incremento del recurso humano ya que en Pediatría trabajan 2 médicos tratantes que tienen que rotar con las otras áreas, 6 médicos residentes y 18 entre enfermeras y auxiliares.

Urge ampliación de maternidad y contratación de médicos

Otro caso fue el de Alina Cervantes, quien arribó en abril pasado del recinto La Sexta con síntomas de parto prematuro al hospital Alberto Buffoni, (Quinindé), centro de la provincia de Esmeraldas. Su esposo Mariano Caiza la ingresó por el área de emergencia y fue atendida horas después por el obstetra de turno.

El recién nacido presentaba sufrimiento fetal agudo y fue ubicado junto a su madre por la falta de una sala de neonatología especializada en este hospital. Javier Saavedra, jefe cantonal del área de salud de Quinindé, detalló que los neonatos con problemas serios de salud, se los transfiere a Esmeraldas o Quito.

En el caso del niño de Alina se logró controlar la infección y el domingo se lo ubicó en una cama provisional. El hospital Buffoni tiene un promedio de 120 partos al mes y apenas cuenta con 22 camas para todas las emergencias.

“Por la necesidad de internar pacientes no hay tiempo para desinfectar las camas”, reconoció Washington Pulecio, coordinador del área de salud. Además solo cuentan con tres termocunas estables y una portátil.

También faltan médicos pediatras y enfermeras profesionales por la cantidad de embarazadas con amenazas de parto pre-término. Mientras en el hospital Gustavo Domingo, de la provincia Tsachila, se requiere ampliar la sala de neonatología y 40 camas. 

“Contamos con 80 médicos (56 residentes, 24 tratantes y 42 enfermeras) que es insuficiente para la cobertura las 24 horas del día”, puntualizó el funcionario. Además, la contratación de nuevos galenos no se ha concretado cuyo periodo de trabajó terminó hace dos meses, dijo de su lado David Quiñónez, director del hospital de Esmeraldas.

A esto se suma la carencia de radiografías y funciona regularmente la terapia física y respiratoria. Se conoció que por $7 000 no se repara el equipo de Rayos X, mientras los pacientes tienen que pagar este servicio en laboratorios particulares. Un galeno que reservó su nombre manifestó que el MSP gasta $4 200.000 en la contratación de gerentes administrativos que realizan actividad paralela a los directores de los hospitales. (JLF)

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