viernes, 13 de abril de 2012

Municipio de Santo Domingo impide homenaje a Juan Montalvo

Juan Montalvo, escritor novelista, ensayista y autor de la letra  del
Himno Nacional del Ecuador (Foto internet)
El Municipio de Santo Domingo de los Colorados, impidió esta mañana realizar el homenaje recordatorio por los 180 del natalicio del escritor ecuatoriano Juan Montalvo.

El acto estaba previsto para las 09:00 en el parque Zaracay ubicado frente al Cabildo, organizado por moradores de la cooperativa de vivienda Santa Martha y profesores y alumnos de 29 establecimientos escolares ubicados en la avenida Juan Montalvo.

Nancy Vélez, organizadora, dijo que ellos tenían el permiso del Intendente de Policía, pero los empleados municipales les prohibieron por no haber tramitado la autorización hace ocho días.

“Lo único que ubicamos fue unos carteles pidiendo a la alcaldesa Verónica Zurita, reconsidere el cambio de nombre de la avenida Juan Montalvo por la de Jacinto Cortes Jhayya, soldado santodomingueño que murió en el 30-S”, dijo de su lado José Lujano, docente.

Los alumnos participantes solo iban a resaltar la memoria del ilustre ecuatoriano, quienes quedaron con sus discursos escritos en la mano.

Montalvo, de pensamiento liberal

Juan María Montalvo Fiallos (Ambato, Ecuador, 13 de abril de 1832 – París, Francia, 17 de enero de 1889) fue un ensayista y novelista ecuatoriano.

Vivió apasionadamente la política de partidos de su país, y su pensamiento liberal estaba fuertemente marcado por el anticlericalismo y la oposición a los dictadores Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintemilla.

Luego de la publicación de la revista El Cosmopolita, por medio de la cual criticaba a la dictadura de García Moreno, Montalvo viajó a Colombia, donde escribió gran parte del resto de su obra. Uno de sus libros más conocidos es Las Catilinarias, publicado en 1880.

Entre sus ensayos destacan Siete tratados (1882) y Geometría Moral (póstumo, 1902). También escribió una secuela de Don Quijote de la Mancha, llamada Capítulos que se le olvidaron a Cervantes.

Murió a causa de una pleuresía en París. Su cuerpo fue embalsamado y se expone en un mausoleo construido en su ciudad natal Ambato (Tungurahua). 

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