miércoles, 6 de febrero de 2013

Duelo en la campaña por dos crímenes en Quinindé

Duelo en la campaña por dos crímenes en Quinindé
El atacante en Quinindé vendía jugos en los buses 
Los candidatos condenaron al unísono este acto de violencia
El hombre que atacó con un cuchillo a los simpatizantes de Alianza País aparentemente actuó solo en una actitud totalmente irracional. Una pelea personal habría precedido su acción funesta 


En Quinindé, nadie imaginó que ese vendedor de jugos, conocido por subirse a los buses para ofrecer sus refrescos, fuera capaz de ser el protagonista de una noche que empezó siendo política y terminó con escenas de terror. José Micolta Aragón tiene 40 años y el lunes, según testigos, comenzó a beber apenas pasado el mediodía. 


Alianza País, por su lado, alistó todo para la gran concentración en que debía participar Rafael Correa. La gente lo esperaba uniformada, con sus camisetas verdes y ondeando los banderines. La música sonaba a todo volumen y los coros de campaña eran conocidos. Faltaba poco para que llegue el candidato. 

Fue entonces que apareció en escena Micolta. Los testigos dicen que tuvo una trifulca con personas que asistían al mítin, porque molestaba a una mujer casada y su marido reaccionó dándole un golpe. Que fue a su casa y volvió con un cuchillo largo como aquellos que se utilizan en un camal. De inmediato, comenzó a buscar víctimas, sin distinción alguna, lanzando su mano armada contra aquellos que se le cruzaban en el camino. El terror quedó registrado en el video que ahora está en Youtube. Unos lo esquivaron, otros huyeron, algunos cayeron al piso y fueron lastimados severamente.

A los pocos segundos, dos hombres intentaron, con los palos de las banderas, golpearlo, tratar de detenerlo. Pero no lo consiguieron y el hombre huyó. Las manchas de sangre quedaron como evidencia en la esquina de las calles Seis de diciembre y Nueve de Octubre, en el centro del cantón esmeraldeño. La policía lo detuvo en su casa y el agresor opuso resistencia: estaba visiblemente alcoholizado. Así fue presentado ante el juez Adrián Bonilla y el fiscal Carlos Espinoza. 

En ese ataque quedó muerto Frixon Vivero Nieves (de 28 años) y Gregoria Porozo Valencia (de 63 años). 

Frixon Vivero era jornalero, trabajaba en una plantación de palma africana y vivía con su esposa. Era padre de una niña de cinco años. 

Gregoria Porozo alcanzó a despedirse de su marido. " Ya vengo, voy a ver al presidente" , contaba ayer con tristeza el viudo, Vicente Cedeño. " Qué me voy a imaginar que regrese muerta" . Pasaron dos horas desde que ella se fue, antes del anuncio de su fallecimiento. Gregoria Porozo era madre de seis hijos. 

Orlando Angulo Quiñónez, Sonia Parraga Ibarra, Dolores Cedeño Jiménez y María Jiménez Arce quedaron heridos. Tres de ellos fueron llevados al hospital Alberto Buffoni y Sonia Párraga, quien está más grave, permanece internada en la clínica Cuba Center, en Santo Domingo.

El incidente obligó a suspender el arribo de Correa a Quinindé.

Según Heriberto Tello, amigo de Frixon Vivero, el atacante estuvo en la tarde ayudando arreglar la tarima donde se presentaría el candidato Correa. El detenido fue llevado al Comando Policial de Quinindé, donde se le formularon los cargos y se legalizó su detención. 

A las 03:00, Micolta fue escoltado en una camioneta doble cabina del Grupo Gema y trasladado hasta la Policía Judicial de Pichincha, en Quito. 

Mientras tanto, las otras diligencias legales continuaron hasta el amanecer a cargo de Mario Zerda, jefe de la PJ de Esmeraldas. Él quería verificar, en la base informática, un dato: hace tres años. Micolta salió libre luego de cumplir condena por un crimen.

Ayer, Quinindé seguía convulsionada. Sus habitantes llegaron hasta las casas en donde velaban a las víctimas. Aquellos que estuvieron cerca del atacante comentaban con detalle cómo lograron evadirlo. 

El candidato Rafael Correa también llegó a expresar sus condolencias a las familias de las víctimas. La seguridad que lo rodeaba, normalmente fuerte, parecía que se había reforzado en esta ocasión. 

Correa dijo que, con dinero del Alianza País, se entregaría ayuda a las familias de las víctimas, comenzando por una casa. Luego llegó hasta la jefatura de policía de Quinindé en donde mantuvo una reunión con los encargados, aunque minutos antes, deslindó responsabilidades de la fuerza pública. (LFA) (Hoy Online)

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