Diana Castillo Sánchez, secretaria del Municipio de Río Verde (Foto Facebook) |
Dos sujetos no identificados secuestraron la noche el miércoles, a Diana Castillo, de 28 años, quien se desempeñaba como secretaria del Municipio de Rioverde, en Esmeraldas.
Su cuerpo fue hallado, sin vida, en el puente de la parroquia San Mateo, a 30 minutos de ciudad, hoy a las 16:30. En el sitio, el mes pasado, ocurrieron dos asesinatos. Uno de ellos, un funcionario del Municipio de Esmeraldas.
Habitantes del sector al observar el cuerpo de Castillo dieron parte a la Policía, que hizo el levantamiento del cadáver. De acuerdo con los primeros datos, Castillo fue estrangulada y maniatada sus manos con un cordón de zapatos.
Danilo Benítez, testigo, relató que Diana fue raptada desde su domicilio ubicado en la Parada Diez, al norte de la ciudad de Esmeraldas. El incidente ocurrió alrededor de las 19:00 y fue embarcada a la fuerza en un taxi por dos hombres desconocidos.
Según la empleada, escuchó que los secuestradores le exigían la devolución de un dinero del Cuerpo de Bomberos, agregó Benítez.
Mientras los concejales del cantón Río Verde, como Joffre Quintero, prefirieron no hablar del caso. Tampoco el alcalde, Luis López, quien denunció que ha recibido a amenazas de muerte.
Hoy, en la tarde, las escenas de dolor se reflejaban en las compañeras de trabajo de Castillo, que lloraban desconsoladamente. María Sosa, una compañera de aula, en Universidad Técnica Luis Vargas Torres, no lo podía creer.
"Hasta ayer conversamos de los planes futuros que teníamos, pero hoy ya no está entre nosotros", dijo mientras lloraba, sentada sobre una bóveda, al pie de la morgue del Cementerio de Esmeraldas, donde estaba el cuerpo de la empleada fallecida del Municipio de Rioverde.
La fallecida tenía tres años laborando en el Cabildo y era madre soltera de un niño de siete años. Antes trabajó en el Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas. Sus ex compañeros lamentaron lo ocurrido.
"Pedimos a la Policía que este, a igual que otros asesinatos, no queden impune ante la ola de inseguridad que vivimos los esmeraldeños", dijo uno de los compañeros, mientras aguardaba en las afueras del Cementerio. (El Comercio – Esmeraldas Digital)