Mariana Jhayya, madre de Jacinto Cortez (Fotos Luis Freire) |
Su madre Mariana Jhayya, no quiere hablar sobre el tema con periodistas o personas desconocidas. “Algunos han tergiversado mis declaraciones por exigir que el Gobierno cumpla con lo ofrecido para los familiares de los muertos en la revuelta”, dice.
A ella también le ofrecieron una vivienda nueva, un empleo estable y la pensión vitalicia. Desde hace dos meses se cambió de su casa propia ubicada en la avenida Los Quinches, en la cooperativa Asistencia Municipal Dos, un barrio periférico de Santo Domingo de los Colorados.
El motivo fue que la casa se cae a pedazos y con lo poco que gana con la venta de cosméticos, ropa y otras actividades, junto a sus dos hijas Sandra y Mercedes, están reparando la vivienda.
En la actualidad arrienda una casa en $50 ubicada en la calle Jorge Icaza, a cuatro cuadras de su residencia propia. Comenta que ha recibido la visita de funcionarios del Gobierno y llamadas telefónicas, para indicarle que los trámites de los beneficios ofrecidos “están avanzados”.
Conoce que su nuera Consuelo Leones, realiza también sus trámites para la pensión que deben recibir Ricardo y Michael, hijos que los tuvieron con Jacinto. Ella estaba embarazada de dos meses cuando su esposo falleció en el enfrentamiento con la policía en el Hospital de la Policía, donde se encontraba el Primer Mandatario.
Incluso, le han pedido el ADN del niño para pagarle el seguro familiar del ISFA. Mariana requiere de la ayuda estatal por estar desempleada y además separada de su ex esposo Tomás Cortez, militar en servicio pasivo, con quien estuvo casada 22 años.
Él le pasaba una pensión de $70 pero desde que su hijo Jacinto ingresó a la Fuerza Terrestre, este asumió los gastos familiares. Cortez cuando tenía 19 años de edad, aprobó el curso de Soldado de Infantería y luego el de Comando Paracaidista, el 24 de julio de 2006.
Tumba de Jacinto Cortez, en el campo santo Jardines del Edén |
Al hospital de esta una unidad militar fue llevado por sus compañeros, el 30 de Septiembre, luego que recibió dos impactos de bala.
El 1 de Octubre falleció y su cadáver fue sepultado al día siguiente en la bóveda Z8-1-N-2-06, del campo santo privado Jardines del Edén, ubicado en la vía Santo Domingo – Quito.
Lorenzo Bravo, empleado de este cementerio, fue el encargado de ingresar el cofre y sellarlo con la bóveda de cemento. “Sus compañeros de arma le rindieron todos los honores militares que me conmovió”, recuerda.
Del informe legista y la exhumación del cadáver que se realizó una semana después, tampoco sus familiares conocen los resultados. La diligencia estuvo a cargo de Marlon Oviedo, director nacional de Medicina Legal de la Fiscalía; Carlos Echeverría y Ney Bravo, peritos de Criminalística; un representante del Ministerio de Justicia.
Además, dos técnicos de la empresa Consultora Pericial, contratados para realizar el examen de balística y Jorge Montero, agente fiscal de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Para el sábado en la noche se realizará una misa en recordación a Cortez Jhayya en la actual vivienda donde reside doña Mariana. Mientras su padre solicitó el permiso al alcalde Augusto Barrera, para ubicar una placa donde murió el militar en Quito.
Mariana fue invitada este jueves por el Patronato Municipal de Santo Domingo, a la marcha en rechazo al 30-S. Se negó a participar porque considera que esta fecha debe ser de luto y reflexión.(JLF)