Embarcaciones pesqueras en el puerto de Esmeraldas (Foto Luis Freire) |
Hernán Contreras, gerente de esta empresa, estima que existen más de 500 toneladas de hierro que serán removidos del lecho marino y puertos. Para ello se invierte $70 mil por barcaza y se recuperará con la venta como chatarra.
Indicó que poseen estudios con fotos satelitales de buques de 32, 26 y hasta 4,2 metros de eslora y de 9 a 2 metros de manga, que se hundieron por diferentes circunstancias o fueron abandonadas por sus propietarios.
De las 78 embarcaciones hundidas en todo el país, 30 se encuentran en Galápagos, 27 en Manta, 13 en Esmeraldas, 4 en Guayas, 2 en Bahía y 2 en Salinas.
Las naves no son visibles con marea alta lo que ha provocado que decenas de lanchas encallen en estos sitios peligrosos, destruyendo el casco de los barcos y causando graves daños a los motores.
Algunos de estos navíos hundidos pertenecieron al Consejo Nacional de Sustancias Psicotrópicas (Consep), a la ex-Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), a la Corporación Financiera Nacional (CFN) y a otras entidades.
La mayoría de embarcaciones está ubicada a una milla del perfil costero. La situación en Manta es particular porque algunos barcos se encuentran a nueve metros de profundidad.
Las capitanías de puerto serán las encargadas de controlar que la compañía cuente con todos los permisos y que la realización de los trabajos no cause inconvenientes en el desarrollo de las actividades marítimas.
La labor empezó en el puerto de Manta, donde equipos de buzos acreditados internacionalmente y técnicos trabajan 10 horas diarias. Para el reflote de las naves, los técnicos utilizan boyas inflables y tanques dirigidos con aire.
Los restos de las naves son trasladados con remolcadores hasta el sector de Playita Mía, balneario de Tarqui (Manta), donde funciona el astillero, para su venta.
Concluidos los trabajos en Manta, continuarán en las provincias de Esmeraldas y Galápagos, en el caso del puerto de Guayaquil la extracción de los barcos solo se realizara en el sector de Posorja, por ser el único sitio donde los pescadores tienen problemas en la navegación.
En el puerto pesquero artesanal de Esmeraldas (PAPES), existen unas 10 embarcaciones, en su mayoría de madera, abandonadas en la dársena y que ha sido motivo de reclamo de los pescadores para su retiro. (JLF)