Alcalde de La Concordia, Walter Ocampo, espera resolución de AP (Foto Luis Freire) |
El
alcalde de La Concordia, Walter Ocampo, no oculta su interés en la posibilidad
de presentarse a la reelección, aunque afirma estar dispuesto a allanarse a la
disciplina del partido de Gobierno.
¿Cuál considera
es su obra emblemática al frente de La Concordia?
La
consulta de adhesión a Santo Domingo. Esto porque al principio nadie creía en
ella y después la gente llegó a pedirme primero consulta y después agua potable
y alcantarillado.
¿Qué ganó La
Concordia con el proceso?
Yo
creo que ganó no solo cercanía, sino la conveniencia de tener un espacio dentro
de la nueva provincia donde la densidad poblacional puede arrojar el resultado
de poner a un prefecto. Esmeraldas antes usaba a La Concordia como un botín electoral,
ofreciéndonos de todo; pero hasta que llegó el momento de despertar. Fue pasar
de un estado en que veíamos que no éramos atendidos a, estando más cerca, poder
ir a reclamar a cada momento.
¿Hay ventajas en
cuanto a la asignación de recursos?
Sí,
podemos ser parte de la Cámara Provincial. En Esmeraldas nunca pude asistir a
una sesión, por pedir la consulta popular. Fui impedido por la exprefecta
(Lucía Sosa, destituida), quien me decía
que si iba, prácticamente me iba a arrastrar. Y por ello, preferí seguir con mi
lucha desde afuera. Siempre reclamando los dineros que salían a nombre de La
Concordia; pero nunca hicieron caso.
¿Qué otra cosa
ha logrado?
Entregar
un municipio cero piponazgo, cero deudas, con un modelo diferente que permita,
junto con ell 97% de los concordenses, a un año multiplicarlo por cuatro para
superar esos 50 años de atraso. Y los estamos logrando. Esto nos ha permitido
no solo tener maquinaria propia, sino tener un plan de ordenamiento territorial
por primera vez; un catastro, más de 100 ordenanzas.
¿Qué le queda
por hacer?
De
mi plan de gobierno presentado para ser candidato, tenemos el 98% cumplido.
Aunque hay muchas cosas que quiero
hacer, pero sería en otro período. Aunque sí me hubiese gustado dejar
consolidadas las empresas municipales.
Entonces,
¿piensa en la posibilidad de un nuevo período?
La
verdad que sí, aunque yo creo que llegará el día que me retire de la política.
Se dice que quien entra en ella, nunca sale. Pero yo lo hice por amor a mi
pueblo. Pero a veces se ve que es tan sucia la política, que indigna; no
podemos manejar así al país. Algún momento puse en mi Twitter que “La Concordia
era un Ecuador chiquito” y se lo envíe al Presidente de la República. Pero creo
que en algo hemos superado aquello.
¿Lo han
tentado seguidores con una nueva
candidatura?
Sí,
porque creen que debería ir por AP para asegurar el proceso. Pero les digo a
las bases que el buró nacional del partido determinará si yo tengo que ir a la
reelección. Esto a pesar de la mala fe y
la cizaña sembrada en mi contra al tildarme, por ejemplo, de racista,
involucrándome con un monumento del que yo no tengo la culpa (se refiere al
colocado en el parque central del cantón santodomingueño). Hay gente que pone
eso delante del presidente Correa para hacerme daño. Pero en las cinco
auditorías de la Contraloría jamás han
encontrado un acto reñido con la ley. Eso también es un logro, pues he mostrado
a los empleados que si no robo tengo
derecho a botar del Municipio a un corrupto. Pero si PAIS me dice que no voy,
aunque sea difícil, tendré que decirle al pueblo: hasta aquí llego.
¿Qué hay del
supuesto apoyo al movimiento 5 de Febrero?
Eso
es un error. No hay una firma mía en la inscripción. No soy fundador. Se trata
de un grupo de ciudadanos y ciudadanas del cantón que ha
sido vejado por quienes se toman
el nombre del movimiento PAIS. Y a los de 5 de Febrero les he dicho: “Hagan lo
que ustedes crean que deben”.
¿El apoyo es
moral, entonces?
Sí,
el apoyo es moral. Y fue una coincidencia estar presente en la inscripción del
movimiento cuando yo fui a pelear por el cambio de domicilio. Y ese día solo
les deseé suerte. (Web Diario El Telégrafo)