En Carabuela se tiene previsto construir otro centro para jóvenes hasta 18 años de edad
Matilde Andrango, es madre de cuatros niños y reside con ellos en una comunidad rural de Espejo, en Otavalo (Imbabura). Dos de sus hijos, Génesis (11 meses de nacida) y Lisbeth (9 años), sufren capacidad especial motriz y de lenguaje.
Este primer centro integral construido en el Ecuador, funciona en la ex fábrica de textiles en el sector La Joya, a unos quince minutos de la ciudad de Otavalo. En el terreno de 5 000 mts2 se construyeron cinco bloques y otros departamentos de trabajo.
Madres con sus hijos con capacidades especiales en el Centro Integral de Otavalo (Imbabura).(Foto Luis Freire) |
Hace un mes, en el hospital Baca Ortiz, en Quito, se enteró del funcionamiento del Centro de Atención a Niños con Discapacidad Intelectual, en Otavalo.
Génesis, además, sufre de afección pulmonar y se gasta $25 en medicamentos, pasajes y alimentación en cada visita mensual a Quito. En el centro integral que alberga a 53 niños con discapacidades psíquicas diversas, las menores reciben la ayuda necesaria.
Este centro funciona desde mayo de este año, mediante convenio con el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla – Ayuda) y el Gobierno Municipal de Otavalo. Este cantón de 120.000 habitantes no existen centros especializados para tratar este tipo de discapacidades.
“Las personas afectadas se ven relegadas a hacer una vida marcada por las limitaciones y sin esperanzas de mejora”, comenta Judith Pérez, directora del centro.
Una parte de los niños atendidos son de madres solteras, como el caso de Marcia Asimbaña, que tiene su hijo Jonathan (9 años), con problema motriz. También el de Rosana Flores, con su hija Sarita (6), que sufre de epilepsia y limitaciones de aprendizaje.
La mayoría trabaja en labores agrícolas, artesanías o empleadas y que no tienen tiempo para atender a sus hijos con diversidad funcional. Los niños son recogidos de sus hogares en un bus expreso e ingresan al centro integral a las 08:00 y permanecen hasta las 16:00, de lunes a viernes.
Los que residen más lejos, como Génesis y Lisbeth, su mamá Matilde los traslada a las 06:00 en buses inter cantonales. Unos 24 profesionales son los encargados del cuidado, educación, atención y alimentación.
“Aquí laboran cinco parvularias, fisioterapistas, logopedas, sicólogos, promotores y trabajadoras sociales”, dijo Sonia Catón, trabajadora social. Algunos de ellos son técnicos del Mies – Infa.
Autoridades y representantes de Sepla - Ayuda, en la inauguración del Centro Integral de Otavalo (Foto Luis Freire) |
El Gobierno Municipal invirtió alrededor de $500.000 en la reconstrucción, detalló el alcalde Mario Conejo. Mientras Sepla – Ayuda, asignó $515 000 para equipamiento, personal y otros servicios.
En la parroquia Carabuela (Imbabura), se tiene previsto construir una escuela de educación especial, centro ocupacional, rehabilitación física y psicológica para adolescentes hasta 18 años de edad.También un centro para niños gravemente afectados y un albergue para los que no tienen familia.
El local se llamará Virgen de Loreto, patrona de esta comunidad indígena y de los pilotos aviadores, adelantó Vicente Alonso, vicepresidente de esta organización
Contribución española
El Sindicato de Aviadores de España (Sepla –Ayuda), se creó hace seis años y ha trabajado en África Ecuatorial, Guatemala, España, India, Salvador de Bahía (Brasil) y ahora en Otavalo.
Los socios aportan desde una cantidad básica de 20€ mensualmente, pero estos proyectos tienen el respaldo de Fundación del Valle, Generalitat Valenciana, Municipio de Ibarra, Asociación de Empleados de Iberia – Padres de Familia de Niños con Discapacidad, Fundación Guaguancuna, Infa, Banco Popular y Mutuactivos (España).
Sepla –Ayuda, tiene previsto realizar el 29 de noviembre una fiesta solidaria para recoger fondos para el centro de Otavalo. La fiesta tendrá lugar en la sala Macumba (estación de Chamartín-Madrid). (JLF)