Correa cuestionó ausencia de técnicos del MAE responsables de este control
Madera aserrada en Selva Alegre (Esmeraldas), lista para su traslado (Foto Luis Freire) |
El
Presidente pidió la suspensión de todas las autorizaciones otorgadas por el
Ministerio del Ambiente para derribar troncos en zonas primarias. Reconoció
que, a pesar de los controles, la tasa de deforestación continúa siendo
negativa
El
Gobierno anuncia acciones para detener la tala de árboles en los bosques
primarios de Esmeraldas.
El
presidente Rafael Correa dijo que se declarará una moratoria total a la entrega
de permisos para cortar los troncos.
Durante
el enlace sabatino señaló que serán suspendidas todas las autorizaciones
emitidas por el Ministerio del Ambiente para esta actividad.
Añadió
que la medida entrará en vigencia hasta que se mejoren los controles y la
normativa vigente.
“Le he dicho al Ministerio del Ambiente que
me informe, porque no me informa. Vemos
a los grandes camiones con tremendos troncos salir de Esmeraldas y
resulta que tienen permisos”, reveló.
Correa
sostuvo que hay una sobreexplotación y una depredación del bosque esmeraldeño.
El
Presidente también cuestionó la entrega de 7 mil permisos para talar árboles en
lo que va del año.
Aseguró
que una misma empresa puede tener entre 100 y 120 autorizaciones.
Pidió
más resultados a las entidades competentes y afirmó que muchas empresas que
utilizan el bosque primario no pagan los impuestos.
En
el país existen 12 millones de hectáreas de bosques nativos y 5 millones de
hectáreas de áreas protegidas.
Además,
el plan Socio Bosque cuida un millón de
héctáreas de árboles y compensa con
dinero a los campesinos por no derribarlos.
El
Mandatario explicó que hay una disminución en la tala, pero la tasa de
deforestación sigue siendo negativa.
“Antes se deforestaban 80 mil hectáreas por
año, ahora con los controles, 66 mil”,
precisó.
Comuneros
han denunciado a las autoridades la sobreexplotación de las empresas que operan
en la zona.
Incluso
se han desatado conflictos entre madereros ilegales por abastecer a las grandes
compañías que necesitan esta materia prima. (Web El Telégrafo)