El Obispo Arellano presidirá la misa del domingo en el Centro de Rehabilitación de Varones
Policías custodian el arribo del Cristo Crucificado a la Catedral de Esmeraldas (Fotos Luis Freire) |
“Hermanos y hermanas, el Señor Jesucristo les llama a ser
luz, frente a las tinieblas que nos amenazan”, manifestó el Obispo de Eugenio
Arellano, en la misa campal celebrada la noche de Viernes Santo, en los
exteriores de la Catedral Cristo Rey.
Entre estas amenazas puntualizó, la ligereza y la falta de
fidelidad en las familias; la cultura de muerte, que banaliza el aborto y
destruye las vidas de los niños en el vientre de sus madres.
Preocuparse más por facilitar los alimentos en la mesa de la
vida que por disminuir el número de invitados; al descuido y desobligo, que
algunos tienen con sus ancianos padres; deforestación acelerada y envene
namiento
de los ríos por la explotación minera en la zona norte de Esmeraldas.
Este mensaje lo leyó ante unos tres mil feligreses que
participaron en la 45 procesión nocturna anual del Cristo Crucificado de Cristo
Rey. La peregrinación recorrió 17 cuadras con 15 estaciones que recuerdan el
Vía Crucis, desde la iglesia La Merced hasta la Catedral.
Luz América Carabalí, también bendice a Monseñor Eugenio Arellano |
Dijo que este año, su fuerte deseo es mirar con serenidad y
valentía a la sociedad esmeraldeña, de la que se siente parte como
representante de la iglesia católica. Afirma que les austan los desafíos ni las
contradicciones, ni tampoco las diferencias y persecuciones.
Pero tampoco quiere ser como el avestruz, que esconde la
cabeza fingiendo que no hay problemas. Pues sabe, que estamos heridos por el
mal y que el pecado está fuertemente presente con manifestaciones públicas y
privadas.
Arellano enfatizó que para enfrentar las adversidades,
debemos renovar nuestra confianza en Cristo Jesús y en su evangelio, que es portador
de luz, sabiduría y de nueva vida, ya que convierten en fortaleza la debilidad
humana.
Feligreses tocando la estatua de Cristo Crucificado en la Catedral Cristo Rey |
“Hombres y mujeres de iglesia, miren a Cristo, que les llama
a colaborar con él, llevando su palabra y siendo signos de su presencia
misericordiosa en vuestras familias, trabajos y comunidad”, señaló.
Luego de la homilía, Monseñor Arellano bendijo a los
presentes que llevaron a sus niños, ancianos, enfermos y por agradecimiento por
menores días. Mientras otro grupo ingresó a la Catedral para tocar al Cristo
Crucificado que se lo ubicó al píe del altar.
Un ligero incidente intentaron realizar unas personas que se
encontraban entre la multitud, pero fue controlado por más de 180 policías del
CP- 14, asignados para la peregrinación. También la policía municipal estuvo
con su grupo en los exteriores de la Catedral. (Redacción Luis Freire y Lenin Plaza)