Monumento del Cnel. Luis Vargas Torres (Foto Luis Freire - Diario HOY) |
El pleno de la Asamblea Nacional, declaró Héroe Nacional
al coronel esmeraldeño Luis Vargas Torres, en reconocimiento a su valiosa
contribución y aporte a la Revolución Liberal liderada por el General Eloy
Alfaro.
El reconocimiento fue aprobado este jueves con 108 votos
de los asambleístas, quienes propusieron incluirlo en el Sistema Educativo
Nacional, como parte del estudio de nuestra historia nacional.
Además, que la Universidad Técnica de Esmeraldas Luis
Vargas Torres (UTE/LVT), elabore una cátedra abierta sobre la vida e historia
del héroe esmeraldeño.
La resolución fue propuesta por el asambleísta Linder
Altafuya, como también por el gobernador Lenín Lara, el rector de la UTE/LVT,
el Municipio de Esmeraldas, entre otras autoridades.
En recordación a su muerte se realizan diversas actividades desde el sábado anterior en la ciudad de Esmeraldas y culminan el 20 de marzo con la parada cívico - militar y acto de reconocimiento junto a su monumento.
Historia del mártir esmeraldeño
Luís Vargas Torres, de padre colombiano y madre
esmeraldeña, nació en Esmeraldas el año 1.855. Sus estudios secundarios los
realizó en un colegio religioso de Quito.
Dedicado al comercio en Guayaquil, impulsado por su
espíritu progresista, liquida su negocio y va a Panamá, donde pone a las
órdenes del General Eloy Alfaro su capital y su persona, para la iniciación de
la lucha contra la dictadura de Ignacio de Veintimilla.
En enero de 1.883 vuelve al Ecuador. Tras un audaz asalto
toma la ciudad de Esmeraldas y comunica el triunfo a Alfaro, quien, llegado a
nuestro país, asume el poder como Encargado del Mando Supremo de la República.
Esta es la primera victoria del bizarro soldado
romántico, que, de haber sobrevivido, hubiera sido el segundo Presidente liberal
ecuatoriano. Después de la toma de Guayaquil, el mencionado año, Alfaro le
concede el grado de Coronel.
Derrotadas las fuerzas liberales, Vargas Torres cubre la
retirada de Alfaro hacia Colombia. En noviembre de 1.886, en la primera fase de
la invasión al Ecuador, toma Catacocha se apodera de Loja, en un ataque
temerario, el 2 de diciembre, pero el 7, junto a sus huestes, tras la
reconquisto de la capital austral por el Coronel Antonio Vega, cae prisionero.
Ya está de Presidente de la República el conservador José
Maria Plácido Caamaño, llegado al poder en una especie de rifa. Esmeraldas fue,
desde la irrupción del negro africano en 1.553, un chisporreteante bastión de
la libertad ecuatoriana.
Ello explica el grito libertario de la Provincia de las
Esmeraldas el 5 de Agosto de 1.820, la elección de Juan Montalvo a la
convención veintemillista en 1.877, la subida de Vargas Torres al retablo de la
gloria y la revolución del Coronel Carlos Concha Torres (1.913- 1916.)
En este volumen veinte plumas, cada una a su manera, en
una confluencia de ecuatorianidad,
narran y cantan la epopeya del Coronel Luís Vargas Torres, fusilado en
Cuenca el año 1.887 por la reacción
ultramontana, en una época que, antes que un forzoso tramo histórico, nos
parece hoy un capítulo desglosado de la leyenda.
El libro se abre con las
póstumas coordenadas ideológicas del Mártir, lección viva en la metodología del
avance espiritual de la Patria. (Prólogo del libro VARGAS TORRES EN LA PROSA Y
LA POESÍA de Nelsón Estupiñan Bass, dentro del Primer Centenario de la muerte
de Luís Vargas Torres) (JLF - Ecuador Inmediato)
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