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| La navegación fluvial por los ríos de Esmeraldas, es arriesgada (Foto Luis Freire - Diario HOY) |
Las lluvias que cayeron la tarde y noche del lunes en la
zona rural de La Concordia dejaron algunas vías inaccesibles debido a múltiples
deslaves.
La vía a Bocana del Búa, tanto en la entrada por Monterrey y
por el recinto El Guabal, hasta esta mañana, estaba totalmente cerrada.
Autoridades de la SNGR y el Municipio de La Concordia, constataron
la fuerza del temporal, en la vía hacia Pedernales a la altura del recinto
Mocache Tres. Un derrumbe dejó un tramo de la vía en mal estado, mientras que en
la entrada a la Bocana, una serie de pequeños deslaves preocupó a los
productores agrícolas quienes a diario sacan sus productos a los mercados
locales.
Marlon Rivera, vicepresidente de la Junta Pro Mejoras de
este recinto, acudió en busca de ayuda al Gobierno Provincial de Santo Domingo, para que envíen la maquinaria y despejar el camino vecinal.
Hasta esta tarde, con tres volquetas y una gallineta, se
abrió la carretera que entra por Monterrey.
Cerca de las 11: 00 Miguel Macías salía desde la Bocana del
Búa, por la vía del Guabal, la intención era entregar 200 litros de leche en La
Concordia, pero el deslave que se presentó a un kilómetro del poblado le
impidió realizar la entrega.
Así mismo, trabajadores de cortes y reconexión de la Cnel,
tuvieron que pasar por encima de la montaña derrumbada la motocicleta en que se
transportaban para llegar y realizar su trabajo.
“No queremos dar la vuelta por la otra vía que es demasiado lejos,
esperemos que la maquinaria también despeje esta ruta”, indicó Daniel
Echeverría, trabajador de la Cnel.
Al llegar al Búa, quienes habitan cerca de la ribera del río,
se recuperaban del susto que les hizo pasar la creciente del río Quinindé.
Este caudal, luego de más de una década incrementó su caudal
de forma exagerada, tanto que llegó hasta la cancha de vóley del sector y
quienes tienen los quioscos a la orilla del río desde la madrugada tuvieron que
sacar sus cosas antes que éste se las lleve.
Mery Parrales, quien vive por más de 30 años en el sector,
recordó que casualmente, fue un martes 13 la última vez que subió el caudal de
este río. (JLF – Diario Centro Domingo)
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