Miles de esmeraldeños asistieron a la procesión de Cristo Crucificado |
El obispo de Esmeraldas
Eugenio Arellano, llamó al pueblo de Esmeraldas a defender la vida y la
esperanza que por diversos factores comienza a vestirse de luto.
En su mensaje de Viernes Santo,
pidió perdón a Dios por los abortos tan frecuentes y números en este localidad. Hizo un
llamado a la mujer esmeraldeña, que defienda la vida y no se manche con la
sangre de sus hijos no nacidos.
“Señoritas, cuídense y
sean jóvenes con una vida limpia, lejos de toda promiscuidad. Háganse respetar
y eviten una vida sexual desenfrenada”, pronunció Arellano al terminó de la procesión
nocturna del Cristo Crucificado.
También pidió perdón por
los enfermos pobres abandonados, abuelitos olvidados y desatendidos. También
por la destrucción de los bosques y medio ambiente de Esmeraldas con la tala
indiscriminada y explotación minera de oro ilegal y regulada.
Enfatizó que por los daños
ambientales en la zona norte de la provincia ‘verde’, miles de familia han
emigrado y en su mayoría se concentran en los suburbios de Guayaquil.
Invocó Arellano a que el
pueblo tenga capacidad de reacción y en forma pacífica con la ayuda de los
líderes, organizaciones y autoridades, frenar el saqueo a los recursos
naturales de esta provincia.
Finalmente dijo que ubica
a los pies de Jesús Crucificado, todas las familias esmeraldeñas para que los
esposos sean bendecidos con amor y sean fieles a sus compañeras y que los niños
sean educados en valores.
Unas cuatro mil personas participaron
en la peregrinación que se inició pasado las 19:00 desde la iglesia La Merced
hasta la Catedral Cristo Rey, donde se realizó la misa campal.
Se conoció que monseñor
Arellano se ausentará dos meses de Esmeraldas por cheque médico, luego de un shock
nervioso y desmayo que sufrió el mes anterior mientras celebraba una misa en Borbón y fue
ingresado de urgencia al hospital Delfina Torres.
Incluso, se dijo que este
domingo no visitará a los privados de libertad del Centro de Rehabilitación de
Varones de Esmeraldas. La peregrinación estuvo vigilada por 100 policías, 30 navales, 12 motos y 10 oficiales, manifestó Javier Bustillo, jefe de operaciones del CP-14 (JLF -Foto Luis Freire)
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