El
juez Cuarto de Garantías Penales de Quinindé, Adrián Bonilla, dictó prisión en
firme para cinco de los seis detenidos acusados de los incidentes entre hinchas
del Barcelona y Emelec, la noche del domingo en una calle céntrica de este
cantón esmeraldeño.
El
arresto preventivo es por un mes bajo la acusación de tentativa de homicidio y
riña en la vía pública que deberá investigar en este lapso de tiempo la Policía
Judicial y la Fiscalía de Quinindé.
Durante
la reyerta resultó herido por un piedrazo en la cabeza el policía Cristian
Valencia, del Grupo Motorizado, otros heridos leves, un automotor y daños en la
propiedad privada por las piedras y botellas lanzadas.
Entre
los detenidos hay un menor de edad que fue liberado, pero durante el proceso
estará bajo custodia del Consejo de la Niñez y la Adolescencia. La madre del
menor, Sabriti Alcívar, exige la comparecencia de los gendarmes que habrían
agredido a su hijo en el arresto y dentro del comando policial de Quinindé.
También
los directivos del canal por cable Megavisión pidieron a través de la Fiscalía
la devolución del video casette que la policía habría retenido al camarógrafo
Diego Orellana y el motivo de su arresto, el domingo en la noche.
Ramón
Moreira, presidente del club Relámpago Azul de Quinindé, aclaró que la barra
invitada fue de la Boca del Pozo de Esmeraldas. Lamenta el incidente y espera
que las autoridades investiguen lo sucedido en la avenida Seis de Diciembre
donde se enfrentaron emelecistas y barcelonistas, luego del encuentro de futbol
por el campeonato nacional.
El juez Bonilla dispuso el traslado de los detenidos al Centro de Rehabilitación de Varones de Esmeraldas, pero los familiares piden al comandante de la Policía de Quinindé, se los deje en las celdas del CDP de ese cantón. Fernando Romero, hermano de Isacc Romero, detenido durante el incidente, explicó que se encontraba en la sede del club Relámpago barriendo, cuando la policía lo arrestó. (JLF)
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